Este sábado por la noche, en el Ponds Forge Arena de Sheffield (Inglaterra), Ricky Hatton, en su faceta de promotor, nos trae un campeonato británico del peso superpluma con múltiples matices que deberían hacernos vivir la emoción del boxeo en su máxima expresión. Se enfrentarán Gary Sykes y Gary Buckland en lo que, Lonsdale Belt aparte, representa un combate de revancha esperadísimo por parte de los aficionados al boxeo de las Islas; ambos contendiente se las vieron en semifinales del pasado Prizefighter (esa, en el buen sentido de la palabra, loca competición en la que en una misma velada, ocho púgiles se enfrentan en un formato eliminatorio con peleas a tres rounds). Entonces el gran favorito, para las casas de apuestas, Sykes, cuya victoria en el singular torneo se pagaba a 1,60, quedó fuera de la final lo que representó también perder su invicto al ser noqueado por un Buckland que a la postre se llevaría el trofeo de campeón.
Tras la debacle en ese Prizefighter de Gary Sykes, inglés de 27 años, me volví a referir a él (ya le habia etiquetado cuando se enfrentó a Andy Morris), con motivo de su pleito con Carl Johanneson en lo que fue una emocionantísima batalla, en la que Sykes sufrió una barbaridad para controlar a un impetuoso Johanneson que tiraba lo que tenía en el inicio de cada round para luego ceder el control a un Sykes con más alternativas (trabaja muy bien el cuerpo con el hook y puede alternar la guardia diestra con la zurda) pero sin adueñarse claramente de la reyerta a pesar de su incansable manera de tirar golpes... hasta que en el noveno Johanneson, con una perfecta derecha, ponía en la lona al campeón y a partir de ese momento metamorfosi: ese noveno round lo terminaba Sykes poniendo a su rival contra las cuerdas y en los tres últimos capítulos lucía con abismal fondo físico a su favor; como dije en su momento, la mandíbula de Sykes no es fiable pero su reacción tras irse a la lona para enmarcar.
En la otra esquina, Gary Buckland, galés de 25 años, quién en el mencionado Prizefighter dió un golpe de autoridad tras bajar del peso ligero en el que no habia lucido especialmente (por lo menos en lo que un servidor le habia visto). Así en mi primera impresión, cuando se enfrentó a Sam Rukundo, ví a un Buckland que aunque tenía una apreciable rapidez de manos se fue apagando a medida que avanzaba el pleito ante un rival limitado que solo mostraba ser buen encajador y que no sacaba provecho de su condición de zurdo. Luego, en su intento de proclamarse campeón europeo vivió un auténtico via crucis con un fortísimo John Murray (en la imagen con el calzón negro golpeando abajo a Buckland) delante que prácticamente no le permitió pasar nunca al ataque, manteniéndole constantemente encerrado tras recortarle la distancia.
Pues bien, cuando un combate se resuelve en el primer round siempre tengo la manía de creer que ni el que gana es tan bueno ni el que pierde tan malo, dicho esto a mí entender importantísima ventaja psicológica la que va a tener Buckland, por saber que con muy poco puede tener suficiente, a quién me imagino saliendo con el cuchillo entre los dientes como hizo en el Prizefighter: nada tiene que ver un combate a tres rounds con una cita a la máxima distancia de doce rounds pero por lo que he visto, Buckland no tiene oxígeno para sostener un elevado ritmo de pelea durante los doce capítulos y más debería acusarlo en este peso superpluma (es más bajo que el estilizado Sykes pero muy ancho de espalda con lo que no habrá entrado sin sufrir en el límite de la division); por su parte en la catalogación de la mandíbula de Gary Sykes ya no existen dudas, simplemente, no sólo no es fiable sino que representa su auténtico talón de Aquiles. Ante Morris y ante Johanneson hemos visto lo mejor y lo peor de Sykes: por momentos ha sacado a relucir su lujosísimo pasado en el amateurismo, desplazándose muy bien por el ring, dominando las distancias y sacando numerosas combinaciones mientras que en otros instantes (más ante Morris) lo ha pasado mal al ser presionado... examinando los factores extraboxísticos, vemos que geográficamente Sykes es el púgil local (pelea en su condado de Yorkshire donde ha ganado este título británico tres veces), pero en cambio Buckland es promocionado por Hatton. En esta tesitura yo veo demasiado simplista indicar que o gana Sykes por puntos o lo hace Buckland por KO: por boxeo es superior Sykes, por pegada lo es Buckland, por volumen de golpes también lo es Sykes (quién prefiere mayor cantidad de manos lanzadas antes que desgastarse con manos duras), el antecedente favorece a Buckland,... así que en una contienda que, siempre en mi opinión, creo que puede ir hacia cualquier lado en proporciones semejantes, aunque luego nos encontremos con un resultado contundente, he entrado con el dog o sea poniendo mi dinero en el rubio púgil inglés cogiendo la Victoria de Gary Sykes a cuota 2,40 y nivel de confianza 3/10 en BWin.
Edito: Victoria de Gary Buckland por decisión unánime: 115 - 114, 115 - 113 y 116 - 113. Ajustada pero, en mi opinión, justo triunfo del nuevo campeon británico. Salió Buckland muy revolucionado ante un Sykes que tuvo sus mejores momentos cuando se puso detrás de su jab y se deplazó alrededor del púgil galés. Pero en la mayor parte del combate, el boxeador inglés quiso permanecer enfrente de Buckland sacando sus combinaciones y ahí casi siempre se encontró con respuestas en forma de uppercuts con la derecha de un Buckland que fue quien tiró las manos más duras.. los últimos rounds fueron emocionantísimos: en el décimo una gran derecha de Sykes pareció poder poner el combate de su parte pero en el undécimo una combinación de Buckland (tras la cual se resbaló), trastabilló a un Sykes que siempre estuvo en el combate pero para el que supuso demasiado lastre su inicio de combate tan dubitativo.
Tras la debacle en ese Prizefighter de Gary Sykes, inglés de 27 años, me volví a referir a él (ya le habia etiquetado cuando se enfrentó a Andy Morris), con motivo de su pleito con Carl Johanneson en lo que fue una emocionantísima batalla, en la que Sykes sufrió una barbaridad para controlar a un impetuoso Johanneson que tiraba lo que tenía en el inicio de cada round para luego ceder el control a un Sykes con más alternativas (trabaja muy bien el cuerpo con el hook y puede alternar la guardia diestra con la zurda) pero sin adueñarse claramente de la reyerta a pesar de su incansable manera de tirar golpes... hasta que en el noveno Johanneson, con una perfecta derecha, ponía en la lona al campeón y a partir de ese momento metamorfosi: ese noveno round lo terminaba Sykes poniendo a su rival contra las cuerdas y en los tres últimos capítulos lucía con abismal fondo físico a su favor; como dije en su momento, la mandíbula de Sykes no es fiable pero su reacción tras irse a la lona para enmarcar.
En la otra esquina, Gary Buckland, galés de 25 años, quién en el mencionado Prizefighter dió un golpe de autoridad tras bajar del peso ligero en el que no habia lucido especialmente (por lo menos en lo que un servidor le habia visto). Así en mi primera impresión, cuando se enfrentó a Sam Rukundo, ví a un Buckland que aunque tenía una apreciable rapidez de manos se fue apagando a medida que avanzaba el pleito ante un rival limitado que solo mostraba ser buen encajador y que no sacaba provecho de su condición de zurdo. Luego, en su intento de proclamarse campeón europeo vivió un auténtico via crucis con un fortísimo John Murray (en la imagen con el calzón negro golpeando abajo a Buckland) delante que prácticamente no le permitió pasar nunca al ataque, manteniéndole constantemente encerrado tras recortarle la distancia.
Pues bien, cuando un combate se resuelve en el primer round siempre tengo la manía de creer que ni el que gana es tan bueno ni el que pierde tan malo, dicho esto a mí entender importantísima ventaja psicológica la que va a tener Buckland, por saber que con muy poco puede tener suficiente, a quién me imagino saliendo con el cuchillo entre los dientes como hizo en el Prizefighter: nada tiene que ver un combate a tres rounds con una cita a la máxima distancia de doce rounds pero por lo que he visto, Buckland no tiene oxígeno para sostener un elevado ritmo de pelea durante los doce capítulos y más debería acusarlo en este peso superpluma (es más bajo que el estilizado Sykes pero muy ancho de espalda con lo que no habrá entrado sin sufrir en el límite de la division); por su parte en la catalogación de la mandíbula de Gary Sykes ya no existen dudas, simplemente, no sólo no es fiable sino que representa su auténtico talón de Aquiles. Ante Morris y ante Johanneson hemos visto lo mejor y lo peor de Sykes: por momentos ha sacado a relucir su lujosísimo pasado en el amateurismo, desplazándose muy bien por el ring, dominando las distancias y sacando numerosas combinaciones mientras que en otros instantes (más ante Morris) lo ha pasado mal al ser presionado... examinando los factores extraboxísticos, vemos que geográficamente Sykes es el púgil local (pelea en su condado de Yorkshire donde ha ganado este título británico tres veces), pero en cambio Buckland es promocionado por Hatton. En esta tesitura yo veo demasiado simplista indicar que o gana Sykes por puntos o lo hace Buckland por KO: por boxeo es superior Sykes, por pegada lo es Buckland, por volumen de golpes también lo es Sykes (quién prefiere mayor cantidad de manos lanzadas antes que desgastarse con manos duras), el antecedente favorece a Buckland,... así que en una contienda que, siempre en mi opinión, creo que puede ir hacia cualquier lado en proporciones semejantes, aunque luego nos encontremos con un resultado contundente, he entrado con el dog o sea poniendo mi dinero en el rubio púgil inglés cogiendo la Victoria de Gary Sykes a cuota 2,40 y nivel de confianza 3/10 en BWin.
Edito: Victoria de Gary Buckland por decisión unánime: 115 - 114, 115 - 113 y 116 - 113. Ajustada pero, en mi opinión, justo triunfo del nuevo campeon británico. Salió Buckland muy revolucionado ante un Sykes que tuvo sus mejores momentos cuando se puso detrás de su jab y se deplazó alrededor del púgil galés. Pero en la mayor parte del combate, el boxeador inglés quiso permanecer enfrente de Buckland sacando sus combinaciones y ahí casi siempre se encontró con respuestas en forma de uppercuts con la derecha de un Buckland que fue quien tiró las manos más duras.. los últimos rounds fueron emocionantísimos: en el décimo una gran derecha de Sykes pareció poder poner el combate de su parte pero en el undécimo una combinación de Buckland (tras la cual se resbaló), trastabilló a un Sykes que siempre estuvo en el combate pero para el que supuso demasiado lastre su inicio de combate tan dubitativo.